Cuando el invierno es gélido y el verano abrasador.
Cuando tu mente evita un accidente y tu corazón sufre un impacto desolador.
Cuando la parte izquierda de tu cuerpo quiere correr y la derecha volar.
Cuando quieres estar sola y lloras por demasiada tranquilidad.
Cuando quieres correr y no levantarte del sofá.
Cuando que tus hijos estudien y les sacas un juego para pintar.
Cuando te quieres hacer respetar, pero tienes miedo a la soledad.
Cuando te quitas la venda de los ojos y no quieres ver la verdad.
De ti depende, luchar en esa guerra civil interna o esconderte y esperar a que pase la batalla.